Leda y María
SELECCION
TEMAS:
01 - La arribeña
02 - Escondido
03 - La unitaria
04 - Casi, casi
05 - Viene clareando
06 - La artillera
07 - Viva Jujuy
08 - Criollita santiagueña
09 - El Humahuaqueño
10 - Chacarera de Tafí
11 - Vidalita
12 - Huachi torito
El dúo Leda y María fue un conjunto de música folklórica integrado por las argentinas Leda Valladares y María Elena Walsh, que actuó en París y que influyó fuertemente en la renovación de la música folklórica argentina.
Ambas iniciaron su asociación artística en 1951. En ese entonces, María tenía 21 años, once menos que Leda. Valladares, una artista tucumana relacionada con el folklore cotidiano del noroeste y una de las primeras mujeres en egresar de la Universidad Nacional de Tucumán, invitó a Walsh, una incipiente poetisa porteña, a unírsele en Costa Rica, donde aquella se encontraba radicada, invitación que ésta aceptó abandonando su familia y su entorno intelectual, para emprender un camino de experimentación.
Se instalaron en París y comenzaron a cantar canciones folklóricas de tradición oral de la región andina de Argentina, como carnavalitos, bagualas y vidalas. Luego de cantar en cafés y boites, el dúo logró un contrato en el famoso cabaret Crazy Horse. En la capital de Francia se relacionaron con otros artistas como la chilena Violeta Parra o la estadounidense Blossom Dearie y grabaron sus primeros álbumes Chants d’Argentine (1954) y Sous le ciel d’Argentine (1955), con canciones que reflejo aquí, en esta selección, de tradición oral del folklore andino argentino, como el villancico "Huachi torito", pero también con temas de Atahualpa Yupanqui -por entonces radicado en París-, como "La arribeña", de Edmundo Zaldívar (h) como "El humahuaqueño" o de Rafael Rossi como "Viva Jujuy".
De regreso en la Argentina en 1956, Leda y María realizaron una extensa gira por el noroeste argentino en donde reunieron varias canciones que grabarían luego en sus dos primeros álbumes realizados en su país, Entre valles y quebradas (vol. 1) y Entre valles y quebradas (vol. 2), ambos de 1957. Muchas de esas canciones se instalarían en el cancionero folklórico. Ambos discos fueron muy bien recibidos en los círculos de artistas e intelectuales, como el Cuchi Leguizamón, Manuel J. Castilla, Victoria Ocampo, Atahualpa Yupanqui, María Herminia Avellaneda. Esta última llevó al dúo a presentarse en Canal 7 de televisión.
Por entonces comenzaron a aparecer las diferencias entre ambas que llevaría a su separación allá por 1963: mientras Leda Valladares reivindicaba el valor del indigenismo y del folklore puro, en el sentido de la creación anónima, María Elena Walsh se inclinaba a la creación de nuevas expresiones, alimentándose de las raíces folklóricas, pero sin estar estrictamente restringidas a ellas, orientándose por los valores de la justicia social, el feminismo y el pacifismo.
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